La osteopatía nos permite percibir una visión global de nuestro cuerpo. Se fundamenta principalmente en un gran conocimiento de la anatomía y de la fisiología humana, hecho que nos aporta la capacidad de conocer y estudiar la sinergia funcional de todos los sistemas que nos componen.

Somos un todo, una “mezcla” de células, tejidos, órganos y sistemas que funcionan de forma coordinada para conseguir la ansiada homeostasis, estado de equilibrio del cuerpo y, por tanto, la SALUD.

Cuando una o varias de estas estructuras ven alteradas sus funciones, ya sea por un traumatismo mecánico, emocional… el cuerpo pierde esa capacidad de autorregulación que tiene de forma innata y comienzan a aparecer signos y síntomas, para alertarnos de que “algo no va bien”.

Con la osteopatía, lo que conseguimos es que, mediante una profunda anamnesis y una serie de técnicas correctamente aplicadas en los diferentes planos de actuación (estructural, visceral y craneal), le damos al cuerpo las herramientas necesarias (estímulos) para que sea capaz de volver a regularse y conseguir por sí mismo la homeostasis de los distintos sistemas del cuerpo.